sábado, 5 de diciembre de 2009
Puertas Traseras o Backdoors
El término es adaptación directa del inglés backdoor que comúnmente significa "puerta de atrás". A pesar de que no se consideran propiamente como virus, representan un riesgo de seguridad importante, y usualmente son desconocidas la inmensa gama de problemas que estas puedan llegar a producir. Al hablar de ellas nos referimos genéricamente a una forma "no oficial" de acceso a un sistema o a un programa.
Algunos programadores dejan puertas traseras a propósito, para poder entrar rápidamente en un sistema; en otras ocasiones existen debido a fallos o errores. Ni decir que una de las formas típicas de actuación de los piratas informáticos es localizar o introducir a los diversos sistemas una puerta trasera y entrar por ella. Estos programas no se reproducen solos como los virus, sino que usualmente nos son enviados con el fin de tener acceso a nuestros equipos a través del correo electrónico, por lo que no son fáciles de detectar y por si solos no siempre causan daños ni efectos inmediatos por su sola presencia, por lo que pueden llegar a permanecer activos mucho tiempo sin que nos percatemos de ello.
Generalmente estos programas se hacen pasar por otros, es decir, se ocultan en otro programa que les sirve de caballo de Troya para que el usuario los instale por error. Lo peor que puede pasarle cuando está en el messanger o en el ICQ no es que contraiga su PC un virus. Lo peor es que alguien instale un backdoor en su PC. Las puertas traseras son fáciles de entender. Como todo en Internet se basa en la arquitectura cliente / servidor, sólo se necesita instalar un programa servidor en una máquina para poder controlarla a distancia desde otro equipo, si se cuenta con el cliente adecuado, ésta puede bien ser la computadora de un usuario descuidado o poco informado.
Las puertas traseras (backdoors) son programas que permiten acceso prácticamente ilimitado a un equipo de forma remota. El problema, para quien quiere usar este ataque, es que debe convencerlo a usted de que instale el servidor. Por eso, si aparece un desconocido ofreciéndole algún programa maravilloso y tentador, no le crea de inmediato. Lo que están probablemente a punto de darle es un troyano, un servidor que le proporcionará a algún intruso acceso total a su computadora.
Con todo el riesgo que esto implica, hay una forma simple y totalmente segura de evitarlo: no acepte archivos ni mucho menos ejecute programas que le hayan mandado sobre todo si son de procedencia dudosa. Los programas que se clasifican como "backdoors" o "puertas traseras" son utilerías de administración remota de una red y permiten controlar las computadoras conectadas a ésta.
El hecho que se les clasifique como software malévolo en algunos casos, es que cuando corren, se instalan en el sistema sin necesidad de la intervención del usuario y una vez instalados, no se pueden visualizar estas aplicaciones en la lista de tareas en la mayoría de los casos. Consecuentemente un backdoor puede supervisar casi todo proceso en las computadoras afectadas, desinstalar programas, descargar virus en la PC remota, borrar información, entre otras muchas cosas más. Dada la complejidad de este tema, lo importante finalmente es comprender que si no se toman ciertas medidas mínimas, la información sensible que se encuentre en cualquier equipo, con el simple hecho de que tenga acceso a la red de redes (Internet) es suficiente para que pueda estar expuesto a ataques de diversa índole.
Concluimos esto, recomendando ciertas medidas básicas para estar a salvo de las puertas traseras y el delicado riesgo para la seguridad que estas representan. A saber: ç
Es recomendable asegurarnos de que cada cosa que ejecutamos esté bajo nuestro control. Una buena guía para ello es el sentido común (el menos común de los sentidos).
Procure no ejecutar programas de los que no sepamos su procedencia, tanto en anexos de correo, ICQ, messanger y descargas de Internet (ya sean vía Web o FTP).
La información nos protege. Es recomendable enterarse un poco de las noticias de virus y programas dañinos relacionados, visitando por lo menos las páginas de las distintas empresas antivirus o suscribiéndose a algunos boletines.
Es necesario instalar un antivirus y mantenerlo actualizado. En la actualidad se protege al usuario no sólo contra virus, sino también contra gusanos, programas de puerta trasera, troyanos y algunos programas maliciosos.
Es bueno tener presente que existen virus y troyanos que pueden aparentar ser amigables (una simple tarjeta de San Valentín), o que provienen de gente que conoces (como es el caso del gusano Sircam). Siendo así, no confíes en ningún programa ni en nada que recibas hasta no revisarlo con el Antivirus.
Mantenga al día todas las actualizaciones de seguridad de Microsoft, para todas y cada una de las distintas aplicaciones.
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