Pues si, que tiemblen los cacos si esta tecnología finalmente se implanta en nuestra sociedad. Y es que los coches de hoy en día integran tanta electrónica que un pulso electromagnético considerable podría detener cualquier coche fabricado desde mediados de los años 70 en un instante.
La compañía canadiense Eureka Aerospace ya ha demostrado como es capaz de hacerlo con su HPEMS, un sistema electromagnético de alta potencia integrado en un cañon, compuesto por una fuente de alimentación y una antena, que emite pulsos electromagnéticos para desactivar y detener un coche automáticamente a una distancia de hasta 200 metros sin peligro alguno para los ocupantes del vehículo.
Solo hay que echar un vistazo a este vídeo para comprobarlo:
Este cañón de pulsos electromagnéticos que ya está listo para presentarse oficialmente el mes que viene, de momento, es demasiado difícil de manejar para colocar en un vehículo policial, pero la idea es reducir el tamaño del dispositivo al de una pistola con la idea de que sea fácil de montar en helicópteros y coches de la policía y en vehículos militares, con la intención de poner fin a las persecuciones a alta velocidad, y detener a los suicidas o los delincuentes desde una distancia segura.
Esperemos que si algún día se implanta en la sociedad sepan ponerlas en buenas manos porque miedo me da esta tecnología si se usa con fines poco éticos.
Más Información | Eureka Aerospace
No hay comentarios:
Publicar un comentario